jueves, agosto 23, 2007
miércoles, agosto 22, 2007
sábado, agosto 04, 2007
La Brunnen
Ayer estuve en el Club der Visionäre. Un bar en Kreuzberg a lado del canal. Estuve ahí hasta la mañana. Como hizo buen clima la gente se desbandó. A eso de las 6am escuchaba grupitos de gente que decían “¿Por qué no vamos a bailar?”, como si recién comenzara la noche. Esos grupitos eran, por supuesto, principalmente de españoles o latinos.
Era de día, las calles repletas, la gente moviéndose a otros bares donde a esa hora recién comienza la movida. Yo me fui tranquis a mi casa con flo, con quien paro bastante últimamente. En el camino pasamos por una verdurería que está abierta 24 horas, compramos unos tomates y luego yo unos panes calentitos en la panadería para el desa. Una mañana muy alegre. Lo que hace el clima.
Bueno, quería contar sobre la Brunnen. La Brunnen es una casa okupa en Berlín que a principios de esta semana ha hecho noticia en los periódicos. Aquí la noticia en el diario Tagesspiegel. Es una historia interesante. Resulta que llegaron 600 policías y trancaron la puerta. Llegaron a las 7am, como para agarrar a todos los okupas dormidos, y se quedaron hasta las 12pm. En ese lapso se encargaron de pedir documentos y apuntar los datos personales de los okupas.
El dueño de la casa desde el 2006 es un doctor. Él venía intentando sin éxito obtener una lista con los nombres de los okupas de la Brunnen. Hasta que recientemente un juez ordenó a su favor que la policía identifique a las personas que habitan en esta casa. Por eso el gran operativo policial de 600 policías que, por cierto, ha sido considerado como exagerado por los representantes del partido verde en Berlín. Hay que tomar en cuenta que es dinero del estado que se utiliza para movilizar a todos estos policías para un fin privado. Habría que ver entonces si los berlineses están de acuerdo. El tema es bastante interesante.
Para empezar dentro de la casa okupa hay un proyecto anti-capitalista, algo así como una tienda de solidaridad donde no se transa con dinero sino que lo que importa es lo que uno necesita y lo puede obtener gratuitamente. Este proyecto ha sido visitado y ha recibido el respaldo nada más y nada menos que de Klaus Wowereit, el alcalde de Berlín. Luego, el doctor dice que él no tenía el nombre de los que viven ahí, sin embargo la abogada de los okupas dice que ella le había dado el nombre de 12 a 15 personas que okupan la casa.
Pero lo más interesante del asunto es que el hijo del dueño, que también es doctor, está en la escena de izquierda. Él está totalmente en contra con que la casa se use con fines lucrativos. El hijo fue uno de los líderes en la cumbre contra-G8 y fue arrestado por la policía esa vez. Él ha dicho que apoya el proyecto de la casa e incluso estaría dispuesto a apoyar una “Sitzblockade” en caso sea necesario, es decir, un acto en que la gente se sienta en la calle en cadena para evitar el desalojo. Ésta es una forma de protesta política típica acá en Berlín.
El padre dice que prefiere no hablar del tema con su hijo. Dice además que él estaría interesado en usar la casa para un proyecto “intergeneracional”, por ponerle un nombre a este tipo de proyectos. La idea es que juntarían en la casa a gente de diferentes generaciones, por ejemplo, jovenes y ancianos, con la idea de que aprendan unos de otros a partir del intercambio. El padre dice también que los okupas no son “Linke”, es decir de izquierda, sino que son “Linke”. Esto porque en alemán, al igual que en italiano, la palabra “izquierda” tiene también una acepción negativa. Entonces es como que diga que son falsos izquierdistas.
He estado varias veces en esta casa okupa y conozco a mucha gente que vive ahí, más que nada a los latinos. No voy a dar muchos detalles de la gente y lo que se hace en la casa por motivos obvios. Pero estuve allí la semana pasada para la fiesta. Es que todas las semanas se organiza una fiesta ilegal en un bar improvisado, a veces también hay comida y con eso la gente saca algo de plata. Principalmente acuden los que viven en la casa y algunos conocidos. El organizador es mi colega y paisano.
Esa noche nos quedamos escuchando música de los 80s, virus, git, abuelos de la nada, charly, hasta la mañana, en un ambiente muy bacán con varios sudamericanos. El barcito es realmente chévere, para entrar es toda una odisea. Pero dentro hay gente de muchos países, tocando guitarra, conversando. Mucha de esta gente no tiene permiso válido para vivir acá. Ellos son los que han perdido con esta operación policial. Me imagino que deben estar viendo que hacer.
Como dije, la policía sólo sacó los nombre de los que viven allí y luego se fueron. Bueno, también arrestaron a alguien por posesión de drogas. Entonces la gente ahora ya no está tan tranquila y por lo pronto esta semana no hubo fiesta, se canceló. Por la calle hay muchos rumores de lo que está pasando. También se organizó una manifestación desde la Brunnen hasta el barrio de Kreuzberg el mismo día de la operación policial.
Entiendo que las okupaciones comenzaron en los 60s en el oeste de Berlín y por distintas razones. En muchos casos luego de la guerra no se sabía quién era el dueño de un edificio y la gente aprovechaba la confusión. También pasaba que los edificios quedaban inhabitados porque nadie invertía en su remodelación, entonces dejaban de ser atractivos para ser comprados. En el este de Berlín oficialmente no habían casas okupas, todos los edificios pertenecían al estado. Pero en realidad sí habían muchas casas okupas.
Hasta hace 10 años habían muchas casas okupas en la ciudad y cada vez hay menos. Muchos alemanes de izquierda ven el pasado con nostalgia. Dicen que antes se podía proponer una manera alternativa de vivir, por ejemplo, en comunidad. Se podía además poner el sistema en cuestión. Pero otros ex okupas prefieren la situación como es ahora, más formal. Dicen que antes era muy problemático, que las casas okupas eran un caos. A mí me hubiese encantado vivir hace unos 15 años en esta ciudad.
Ayer estuve en el Club der Visionäre. Un bar en Kreuzberg a lado del canal. Estuve ahí hasta la mañana. Como hizo buen clima la gente se desbandó. A eso de las 6am escuchaba grupitos de gente que decían “¿Por qué no vamos a bailar?”, como si recién comenzara la noche. Esos grupitos eran, por supuesto, principalmente de españoles o latinos.
Era de día, las calles repletas, la gente moviéndose a otros bares donde a esa hora recién comienza la movida. Yo me fui tranquis a mi casa con flo, con quien paro bastante últimamente. En el camino pasamos por una verdurería que está abierta 24 horas, compramos unos tomates y luego yo unos panes calentitos en la panadería para el desa. Una mañana muy alegre. Lo que hace el clima.
Bueno, quería contar sobre la Brunnen. La Brunnen es una casa okupa en Berlín que a principios de esta semana ha hecho noticia en los periódicos. Aquí la noticia en el diario Tagesspiegel. Es una historia interesante. Resulta que llegaron 600 policías y trancaron la puerta. Llegaron a las 7am, como para agarrar a todos los okupas dormidos, y se quedaron hasta las 12pm. En ese lapso se encargaron de pedir documentos y apuntar los datos personales de los okupas.
El dueño de la casa desde el 2006 es un doctor. Él venía intentando sin éxito obtener una lista con los nombres de los okupas de la Brunnen. Hasta que recientemente un juez ordenó a su favor que la policía identifique a las personas que habitan en esta casa. Por eso el gran operativo policial de 600 policías que, por cierto, ha sido considerado como exagerado por los representantes del partido verde en Berlín. Hay que tomar en cuenta que es dinero del estado que se utiliza para movilizar a todos estos policías para un fin privado. Habría que ver entonces si los berlineses están de acuerdo. El tema es bastante interesante.
Para empezar dentro de la casa okupa hay un proyecto anti-capitalista, algo así como una tienda de solidaridad donde no se transa con dinero sino que lo que importa es lo que uno necesita y lo puede obtener gratuitamente. Este proyecto ha sido visitado y ha recibido el respaldo nada más y nada menos que de Klaus Wowereit, el alcalde de Berlín. Luego, el doctor dice que él no tenía el nombre de los que viven ahí, sin embargo la abogada de los okupas dice que ella le había dado el nombre de 12 a 15 personas que okupan la casa.
Pero lo más interesante del asunto es que el hijo del dueño, que también es doctor, está en la escena de izquierda. Él está totalmente en contra con que la casa se use con fines lucrativos. El hijo fue uno de los líderes en la cumbre contra-G8 y fue arrestado por la policía esa vez. Él ha dicho que apoya el proyecto de la casa e incluso estaría dispuesto a apoyar una “Sitzblockade” en caso sea necesario, es decir, un acto en que la gente se sienta en la calle en cadena para evitar el desalojo. Ésta es una forma de protesta política típica acá en Berlín.
El padre dice que prefiere no hablar del tema con su hijo. Dice además que él estaría interesado en usar la casa para un proyecto “intergeneracional”, por ponerle un nombre a este tipo de proyectos. La idea es que juntarían en la casa a gente de diferentes generaciones, por ejemplo, jovenes y ancianos, con la idea de que aprendan unos de otros a partir del intercambio. El padre dice también que los okupas no son “Linke”, es decir de izquierda, sino que son “Linke”. Esto porque en alemán, al igual que en italiano, la palabra “izquierda” tiene también una acepción negativa. Entonces es como que diga que son falsos izquierdistas.
He estado varias veces en esta casa okupa y conozco a mucha gente que vive ahí, más que nada a los latinos. No voy a dar muchos detalles de la gente y lo que se hace en la casa por motivos obvios. Pero estuve allí la semana pasada para la fiesta. Es que todas las semanas se organiza una fiesta ilegal en un bar improvisado, a veces también hay comida y con eso la gente saca algo de plata. Principalmente acuden los que viven en la casa y algunos conocidos. El organizador es mi colega y paisano.
Esa noche nos quedamos escuchando música de los 80s, virus, git, abuelos de la nada, charly, hasta la mañana, en un ambiente muy bacán con varios sudamericanos. El barcito es realmente chévere, para entrar es toda una odisea. Pero dentro hay gente de muchos países, tocando guitarra, conversando. Mucha de esta gente no tiene permiso válido para vivir acá. Ellos son los que han perdido con esta operación policial. Me imagino que deben estar viendo que hacer.
Como dije, la policía sólo sacó los nombre de los que viven allí y luego se fueron. Bueno, también arrestaron a alguien por posesión de drogas. Entonces la gente ahora ya no está tan tranquila y por lo pronto esta semana no hubo fiesta, se canceló. Por la calle hay muchos rumores de lo que está pasando. También se organizó una manifestación desde la Brunnen hasta el barrio de Kreuzberg el mismo día de la operación policial.
Entiendo que las okupaciones comenzaron en los 60s en el oeste de Berlín y por distintas razones. En muchos casos luego de la guerra no se sabía quién era el dueño de un edificio y la gente aprovechaba la confusión. También pasaba que los edificios quedaban inhabitados porque nadie invertía en su remodelación, entonces dejaban de ser atractivos para ser comprados. En el este de Berlín oficialmente no habían casas okupas, todos los edificios pertenecían al estado. Pero en realidad sí habían muchas casas okupas.
Hasta hace 10 años habían muchas casas okupas en la ciudad y cada vez hay menos. Muchos alemanes de izquierda ven el pasado con nostalgia. Dicen que antes se podía proponer una manera alternativa de vivir, por ejemplo, en comunidad. Se podía además poner el sistema en cuestión. Pero otros ex okupas prefieren la situación como es ahora, más formal. Dicen que antes era muy problemático, que las casas okupas eran un caos. A mí me hubiese encantado vivir hace unos 15 años en esta ciudad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)