Justo vengo del barrio de Wedding, entonces queda preciso poner esta canción. "Ven a Wedding y ahí sabrás dónde queda el ghetto".
martes, febrero 12, 2008
lunes, febrero 11, 2008
Berlinale 2008: Football Under Cover
Recién regreso de ver Football Under Cover, el documental de David Assmann y Ayat Najafi sobre la organización de una partida amistosa de fútbol entre los equipos de fútbol femenino de Alemania e Irán en Teherán, Irán en el 2006. Un documental que pienso puede interesar, por lo menos, a los que aspiran a una sociedad donde hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades, los que quieren entender o curiosear más sobre la práctica religiosa musulmana y, claro, para los que disfrutan del fútbol, independientemente de quien lleva la pelota.
La historia comienza en el barrio de Kreuzberg, Berlín, que es característico por su población de origen turco. Allí, los miembros del equipo de fútbol femenino de Kreuzberg junto con Ayat Najafi, de origen Iraní, plantean la idea de organizar un partido amistoso con el equipo de Irán.
La idea es particularmente revolucionaria porque, a pesar que en Irán existe un equipo de fútbol femenino nacional, tiene prohibido jugar, sólo puede entrenar. Además, es ilegal para las mujeres entrar al estadio. Entonces precisamente por eso a estos chicos de Kreuzberg, algunos de familias musulmanas, se les ocurre cuestionar esta condición con esta simpática y deportiva forma de protesta.
Al principio les fue difícil encontrar gente que apoye el proyecto de viajar a Irán para este partido. Pero poco a poco van ganando adeptos y al final logran el patrocinio oficial de la federación de fútbol de Irán. El partido se realiza, pero no sin contratiempos. Les posponen la fecha acordada para el encuentro varios meses, no les contestan las llamadas y les niegan la visa para Irán a las jugadoras alemanas un par de días antes del viaje. Lo loco del asunto es que viajan sin visa, la visa la sacan llegando. Como dice Ayat “en Irán todo es posible y todo es imposible”.
Durante la estadía en Irán las jugadoras alemanas tienen que someterse a las reglas. Es decir, andar cubiertas, no fumar, no tomar alcohol, no comer carne de cerdo, etc. Además son vigiladas constantemente por el régimen. Estas restricciones para las mujeres eran menos fuertes antes de la revolución Iraní, pero se endurecieron desde la llegada de la Ayatollah Khomeini y hay pocas esperanzas de cambio con el gobierno nacionalista y populista de Mahmoud Ahmadinejad.
A pesar de todo el gobierno decide dar luz verde al partido. Se prohíbe la entrada de hombres al estadio y curiosamente el director, Ayat, se queda sin ver el partido. Dentro del estadio se lee el Corán antes del encuentro y luego se vigila atentamente que la hinchada, compuesta sólo por mujeres, no caiga en comportamientos inmorales. Ellas aprovechan para lanzar algunos cánticos en contra de la prohibición para las mujeres de ir al estadio. El partido queda empatado dos a dos.
Lamentablemente los organizadores en Irán dan pocas oportunidades para que haya contacto entre las jugadoras de ambos equipos. Entonces muchas de ellas, que durante el documental manifiestan su curiosidad por conocer la cultura e ideas de sus contrincantes, se quedan con las ganas. Aunque al final del documental, Ayat, que estaba presente en la sala junto con parte del equipo, nos contó que están organizando la revancha en Berlín, tal vez para este año.
Recién regreso de ver Football Under Cover, el documental de David Assmann y Ayat Najafi sobre la organización de una partida amistosa de fútbol entre los equipos de fútbol femenino de Alemania e Irán en Teherán, Irán en el 2006. Un documental que pienso puede interesar, por lo menos, a los que aspiran a una sociedad donde hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades, los que quieren entender o curiosear más sobre la práctica religiosa musulmana y, claro, para los que disfrutan del fútbol, independientemente de quien lleva la pelota.
La historia comienza en el barrio de Kreuzberg, Berlín, que es característico por su población de origen turco. Allí, los miembros del equipo de fútbol femenino de Kreuzberg junto con Ayat Najafi, de origen Iraní, plantean la idea de organizar un partido amistoso con el equipo de Irán.
La idea es particularmente revolucionaria porque, a pesar que en Irán existe un equipo de fútbol femenino nacional, tiene prohibido jugar, sólo puede entrenar. Además, es ilegal para las mujeres entrar al estadio. Entonces precisamente por eso a estos chicos de Kreuzberg, algunos de familias musulmanas, se les ocurre cuestionar esta condición con esta simpática y deportiva forma de protesta.
Al principio les fue difícil encontrar gente que apoye el proyecto de viajar a Irán para este partido. Pero poco a poco van ganando adeptos y al final logran el patrocinio oficial de la federación de fútbol de Irán. El partido se realiza, pero no sin contratiempos. Les posponen la fecha acordada para el encuentro varios meses, no les contestan las llamadas y les niegan la visa para Irán a las jugadoras alemanas un par de días antes del viaje. Lo loco del asunto es que viajan sin visa, la visa la sacan llegando. Como dice Ayat “en Irán todo es posible y todo es imposible”.
Durante la estadía en Irán las jugadoras alemanas tienen que someterse a las reglas. Es decir, andar cubiertas, no fumar, no tomar alcohol, no comer carne de cerdo, etc. Además son vigiladas constantemente por el régimen. Estas restricciones para las mujeres eran menos fuertes antes de la revolución Iraní, pero se endurecieron desde la llegada de la Ayatollah Khomeini y hay pocas esperanzas de cambio con el gobierno nacionalista y populista de Mahmoud Ahmadinejad.
A pesar de todo el gobierno decide dar luz verde al partido. Se prohíbe la entrada de hombres al estadio y curiosamente el director, Ayat, se queda sin ver el partido. Dentro del estadio se lee el Corán antes del encuentro y luego se vigila atentamente que la hinchada, compuesta sólo por mujeres, no caiga en comportamientos inmorales. Ellas aprovechan para lanzar algunos cánticos en contra de la prohibición para las mujeres de ir al estadio. El partido queda empatado dos a dos.
Lamentablemente los organizadores en Irán dan pocas oportunidades para que haya contacto entre las jugadoras de ambos equipos. Entonces muchas de ellas, que durante el documental manifiestan su curiosidad por conocer la cultura e ideas de sus contrincantes, se quedan con las ganas. Aunque al final del documental, Ayat, que estaba presente en la sala junto con parte del equipo, nos contó que están organizando la revancha en Berlín, tal vez para este año.
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