Donde te mandan mensajitos por SMS para recordarte que tienes una cita, que van a venir a tu casa a entregar un pedido o que tienes que pasar por el banco. Pero como no es suficiente con un SMS, también te llaman para recordarte y te envíen un email. En el trabajo, además, te reservan las citas automáticamente en el calendario de google.
Sacar una cuenta en el banco no fue
fácil. Como siempre, el sistema es discriminatorio hacia los que
vienen de ciertos países. Teniendo mi visa por la que pagué más de
600 libras, contrato de trabajo, contrato de renta, registro
policial, no fue suficiente. Mi pareja, que es alemana, en cambio,
sin visa, sin trabajo, sin contrato de renta, registro policial, ni
nada que justifique su estadía en el país, pudo hacerlo sin
problemas. Una maravilla el sistema de discriminación por
nacionalidades, ya escribiré una entrada en inglés para recordarles
que no estamos conformes. Yo tuve que hacer más papeleos y luego de
esperar un tiempo finalmente pude sacar la cuenta. Pero tal vez no
debería haber deseado tanto tenerla.
El banco parece que quiere ser tu
amigo, bueno, una vez que aceptan tu aplicacción para la cuenta,
antes no te hacen caso. Pero una vez que cumples los requisitos, pase
adelante, servicio personalizado, y si no es suficiente en la oficina
hay ambientes más privados incluso. Se preocupan por tu vida, tu
familia, tus costos, tus viajes, tu dinero en otros países y cómo
moverlo, seguros para la casa, tu vida y hasta seguro para tu
celular. Bienvenido al sistema capitalista! Donde todo es una
mentira. Se aprenden el nombre hasta de tus papás pero no les
interesas un carajo. Y lo peor, te hacen perder tiempo y te generan
necesidades. Te envían muchísimos emails, cartas, con claves,
tarjetas, te dan un puto aparato que necesitas usar para poder hacer
transferencias bancarias. Un aparato más que tienes que llevar
contigo a donde vayas. Gracias, le digo a la chica, irónicamente,
ahora voy a tener que llevar esta cosa a todos lados.
Mi intento por tener cada vez menos
objetos se ve impedido por el banco Barclays. Les digo si no tienen
otro sistema, si no pueden hacerme llegar un SMS al celular, pero me
piden que les muestre el celular y me dicen que con ese no se puede,
que sólo con los más modernos. De por sí me jode tener un celular
y uso uno que me regalaron, y resulta que ahora ni siquiera sirve
para eso, necesitan uno de esos que casi hablan, entonces para que
mierda tengo este aparato. Ahora tengo que tener dos, el celular y el
aparatito de Barclays. Me quejo, muestro mi molestia, porque sé que
es la única manera de vivir una vida más o menos feliz y larga. La
agente del banco se cansa de mí, pone mala cara, le he dicho que por
qué me escriben tanto, que por qué me dan tantas claves, que por
qué me dan ese aparato, me dice que es importante por la seguridad,
pero le pregunto si eso no puede ser opcional, si no es posible pagar
para evitar esos sistemas, me dice que no, que es la única manera.
Por último, me dice que como ha visto una de mis claves tengo que
bajar a cambiarla. Gracias, te encanta tu trabajo. Bueno, al menos
ya tengo una cuenta, bueno tres, porque ella dice que es mejor que
tenga tres, maldita sea, tres putas cuentas, más información para
mi disco duro.
En Inglaterra la gente es fea. No
tienen buen tipo. La gente más bonita tiene algo de algún otro
lugar. Pero la gente es amable acá en Oxford, bastante abierta,
hasta ahora todo me había parecido similar a Alemania hasta que tuve
mi celebración Navideña. Allí todos nos pusimos sombreritos de
papel, jugamos crackers y trivia, creo que eso les gusta mucho a los
ingleses, los juegos de preguntas, luego todos muy calurosos, una
profesora a mi lado ya de base seis jugaba con un yoyo. En Alemania
eso no habría podido pasar, menos en un ambiente de trabajo. Los
juegos de trivia implican revelar quién sabe más y quién sabe
menos y los alemanes tienen miedo a mostrar debilidades,
especialmente en el trabajo. La gente me pareció más sencilla,
también supongo porque es de pueblo, Oxford es un pueblo. Los
hombres pueden ser super vulgares, tal vez las mujeres tambien, pero
en el baño de hombres se dicen lisuras de todos los calibres. Ahora
me refiero al pub al que fuimos luego de la comida. Allí tomamos
cervezas locales, algo que sí se extrañaba desde Canada. En
Alemania no hay casi cervecerías locales por los altos controles de
calidad. Por locales me refiero a cerveza que se produce en el bar. Y
bueno, en el baño del bar lo he flipado con las conversaciones,
recontra vulgaronas, pero graciosas.
Y será hasta la próxima con más
historias sobre el Reino Unido y otros lares.
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