Kleingarten
Hace poco me di una vuelta por una huerta comunitaria (en alemán, “Kleingarten”) en el barrio de Wedding. Cerca de mi casa también hay varias huertas comunitarias y casi todos los días tengo que caminar entre ellas. Estas huertas llamaron mi atención desde un primer momento. Es algo que nunca antes había visto (ver foto). Las que he conocido están alrededor de casas pequeñas de madera. Parecen como una aldea en miniatura en medio de la ciudad! Pero en realidad en estas casas no vive nadie.
Normalmente hay un par de entradas a estas huertas comunitarias y luego el resto de los alrededores están cercados. Entonces uno entra como por un pasaje y en el camino se va encontrando con casitas, gente que está haciendo parrilladas, a veces un pequeño bar para los miembros de la huerta y por supuesto, plantaciones de frutas y verduras.
Digo miembros porque estas huertas forman como una asociación en las cuales los miembros tienen ciertos derechos y deberes. El propósito fundamental es plantar frutas, verduras y flores. Pero, además estas huertas comunitarias cumplen importantes funciones socioculturales, como mejorar la calidad de vida urbana con espacios verdes y con poco ruido; conservar el medio ambiente; dar un lugar para jugar para los niños; y generar actividades productivas para la gente desempleada.
Para mí, lo más rescatable de estas huertas en la actualidad es que permiten que la gente tenga contacto directo con la naturaleza. En particular, los niños puden conocer como se desarrolla la vida a partir de las plantas: primero la semilla, luego como la planta comienza a crecer, da sus frutos y finalmente éstos se consechan. Experiencia tan simple pero maravillosa. Además, probablemente, una experiencia que ayuda a que vivamos en armonía.
Las huertas que he conocido están en el norte de la ciudad, cerca de mi casa, pero hay una en Neukölln, sur de la ciudad, que vale la pena mencionar. Me refiero al proyecto intercultural Perivoli. El proyecto comenzó en el 2002 a partir de otra huerta comunitaria proyecto organizada por mujeres griegas que viven en este mismo barrio. Ahora participan más o menos 30 miembros de 10 diferentes países de este nuevo proyecto. Los miembros cultivan plantas tradicionales de sus países y con ello se genere un intercambio cultural y la integración a la sociedad.
En Alemania hay más o menos 1.4 millones de huertas comunitarias. Las primeras se organizaron a principios del siglo 19 con la finalidad de garantizar la seguridad alimentaria. Esto en un contexto de industrialización, de migración del campo a la ciudad y de la tesis maltusiana respecto a que el crecimiento de la población rebasaría la oferta de alimentos (1798). Mucha gente que migraba a la ciudad no encontraba trabajo y vivía en la pobreza, entonces el gobierno y otras instituciones les daban jardines para que cosechen su propia comida.
El rol de estas huertas en temas de seguridad alimentarias se hizo evidente durante la Primera y Segunda Guerra Mundial. En particular, a fines de la Primera Guerra Mundial Alemania pasaba por una crisis económica muy grande, los productos agrícolas de las zonas rurales no llegaban a las ciudades o llegaban pero a altos precios. Entonces las huertas comunitarias permitieron la producción de frutas y vegetales en las ciudades y se volvieron fundamentales para la supervivencia.
Ahora estas huertas cumplen más bien las funciones socioculturales que mencioné anteriormente. Por lo que he visto mucha gente pasa las tardes el fin de semana en la huerta haciendo la parrilla, tomando la cerveza, los niños jugando, es decir, un clásico lugar para el esparcimiento luego del estrés de la vida urbana durante la semana. La diferencia es que para llegar a ese lugar no hay que viajar a otra ciudad, puede estar atrás de tu casa, como es mi caso. Aunque claro, hay que ser miembro. Eso sí, ni idea como se hace para ser miembro. Tal vez me quedo en Alemania y me vuelvo el presidente de una huerta comunitaria. Sería de hecho divertido :P.
4 comentarios:
Interesantísimo y altamente informativo tu artículo. En mi lista de temas a tratar en mis Postales de Alemania no figuraba el de estas huertas. Por aquí se denominan Schrebergarten, algo así como huertas familiares. Se supone que pasear por ellas está permitido para cualquiera.
Saludos
Supongo que algo asì como el club regatas. jajaja. Muy interesante. De vez en cuando me encantarìa ir a la vuelta de mi casa y respirar el aire puro que en una ciudad como lima es de lo màs escaso.
Jorge: Gracias por darte una vuelta por aca y que bueno que te gusto el post.
Kitty: Cierto, muy dificil respirar aire puro en Lima. Mal manejo de los espacios publicos. La estupidez a llegado al extremo de que, por ejemplo, en barrios como san isidro, ponen en el parque un cartel que prohibe la entrada con pelota al parque. Escuchaba hace poco a una experta en estos temas que decia que los parques en barrios de clase alta se han vuelto una decoracion.
mmm que interesante...ya quisiera ver algo si en mexico jajaja, se robarian todo
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