jueves, febrero 22, 2007

Mittwoch Club


https://i.ytimg.com/vi/ukKEJqY5kOU/maxresdefault.jpgEste invierno se me ha hecho costumbre ir a un bar por mi casa que cada Miércoles organiza una fiesta, por eso es conocido como el Mittwoch Club. Me queda a sólo unas cuadras y el lugar es increíble. Es el clásico bar berlinés, medio que se está cayendo, donde las cosas no están bien puestas. Super informal. A veces me ha pasado que me quedo sin plata y el de la barra me ofrece una cervi, que se la puedo pagar otro día. Si es sólo una, asunto olvidado, si son más, ya hay que llevar la cuenta y pagarlas otro día.

El sitio parece una casa, no te enteras que es un bar si no entras. Adentro están proyectando fotos en la pared, hay meses, sofás, ha veces preparan comida y es super barata o pagas lo que puedes. Pero lo más interesante viene los miércoles. Cada miércoles organizan la fiesta en el sótano, que es super grande. Si estabas en el bar antes de las 11pm te ganaste y no pagas entrada, sólo bajas. Si llegas después tienes que pagar 2 euros o 2.5 euros.

En el sótano hay dos mesas de ping-pong, una de fulbito, una de billar. Luego hay juegos de mesa también que uno puede coger. Lo del ping-pong acá esta super de moda en las fiestas. La gente da vueltas alrededor de la mesa y sólo le pega a la pelota una vez, si lo hace bien sigue, si no, debe salir de la ronda. Así hasta que quedan sólo dos personas, uno gana y luego tocan la campana y todos se paran nuevamente a jugar ping-pong.

Con el fulbito se arman las apuestas. Juegan un partido de fulbito y el que pierde tiene que poner un par de cervis para los otros, por ejemplo. Luego hay otra gente en sofás jugando ajedrez mientras conversa tranquis. Yo soy más de ping-pong, tengo también las raquetas en mi casa y a veces me voy al parque a jugar.

Pero con lo que me envicio en el sótano del Mittwoch Club es con el Pac-Man. Hay una pantalla gigante y al frente un sofá y un joystick. Entonces te puedes sentar y ponerte a jugar todo lo que quieras. No hay mucha gente aficionada al Pac-Man. Generalmente hay poca gente que quiere jugar entonces yo me quedo largo rato jugando. Ayer pasé varios niveles, voy mejorando cada Miércoles.

También hay un televisor super viejo conectado a un ATARI donde puedes jugar más juegos. Pero a ese sí casi nadie le da bola. Luego esta un cuarto grandote, donde esta el/la DJ y ahí en una pared proyectan Nu Pogodi, que son unos dibujos animados rusos. Es como la competencia de Tom y Jerry. Super entretenidos. Cuando los vi por primera vez me quedé flipado. Por el contenido cultural también. Este era un dibujo que se pasaba en los países del bloque comunista durante la guerra fría.

Claro, luego está la DJ, generalmente es una chica, aunque ayer fue un tío. Se ponen, a mi gusto, de la mejor música que uno puede escuchar en una fiesta en Berlín. Música de muchos países, gypsy, reggae roots, un poco electrónico. Ayer me sorprendieron con NOVALIMA. De pronto el DJ puso "Mayoral" y a la gente le gustó, yo claro, estaba alucinado porque no lo había escuchado nunca en una fiesta en Berlín. Un grupo de chicas alemanas cantaban "ay mayoraaa", "ay mayoraaaa", jeje, my divertido. Luego conversé con el DJ y me mostró el CD Afro, que es el mismo que tengo en mi casa.

Hasta ahora no sé a qué hora cierra el Mittwoch Club, a veces me voy ya de día pero no lo veo cerrar. Ayer que me fui Nico se quedó y ya era de día también. Incluso cuando salí a la realidad las panaderías ya estaban abiertas y los pajaritos cantaban. Entonces descansé hasta tarde, luego me fui a un seminario a eso de las 4pm en el Max Planck Institute y ahora escribo este blog desde la oficina de un colega en este instituto. En un rato vamos a salir a tomar una cervi para celebrar que terminamos los seminarios de invierno. Mananha, tarararan!, me voy a Paris con Nico. Estoy super emocionado, además contento que ya tengo casa gracias a hospitalityclub.

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